Parece una contradicción, juventud y rendición, pero eso es lo que dicen los informes.
Así lo cuenta el informe Skills Out 2015: el 58,2% de los jóvenes de España ni estudia ni trabaja. Si grave es este dato, alarmante resulta que el 26,8% de los jóvenes, entre 15 y 29, ha abandonado la esperanza de encontrar empleo. Son jóvenes que desesperanzados, ni buscan empleo ni se forman. Realmente es duro que se haya llegado a esta situación en España.
Estos datos, de ser correctos, implican que España es una nación sin futuro. Una nación de jóvenes desesperanzados, de brazos caídos, sólo puede esperar el declive. Posiblemente muchas son las causas para haber llegado hasta aquí: destrucción de la familia, degradación del sistema educativo, relajación de las costumbres, desprecio del esfuerzo y la exigencia, pérdida del sentido transcendente de la vida, una economía de poco valor añadido, …
Sorprende que un porcentaje tan alto de los jóvenes renuncien a una de las características propias de la juventud, las ganas de construir un futuro. Uno tiende a pensar que juventud y rendición son incompatibles, en España parece que no.
España una nación sin niños, España un nación sin jóvenes, España una nación sin futuro. ¿Y qué piensan hacer nuestros políticos? Es necesario generar las condiciones para que la juventud vea la posibilidad de un horizonte digno. ¿Para cuando una reforma educativa de verdad? ¿Para cuando promover una cultura del esfuerza y la exigencia? ¿Para cuando una economía ágil y sin trabas regulatorias? ¿Para cuando mostrar que la vida tiene un sentido?
¡Buff! dirán nuestros políticos. Que lo nuestro es ganar elecciones… Así nos va, decimos en Mi querida España.
Mi querida y envejecida España
Deja una respuesta