Un equipo de Perpiñán con los colores rojigualdos.
Todos conocemos ya los detalles del bochorno que tuvimos que soportar ante los pitidos que en nuestra querida Barcelona intentaron apagar el himno nacional. Un día antes asociaciones y partidos independentistas repartían gratuitamente más de 15.000 silbatos. Todo muy espontáneo. Mientras que a los catalanes honestos se nos caía la cara de vergüenza, al menos un pequeño consuelo.
No todo el fútbol es una birria. Encontramos que en la mal llamada Cataluña Norte, esto es en el Rosellón, aún está vivo el sentimiento de afecto hacia España. Es curioso que en Perpignan se sienta lo español con más fuerza que en algunos ambientes de Barcelona. Para muestra un botón. Imagínense la sorpresa al descubrir que el escudo del Perpignan Club de Football tiene como colores la bandera española.
¡Toma independentismo irredentista! Un mensaje para los separatistas: cuando conquistéis el Rosellón, con permiso del ejército francés y su potencial nuclear, vais y cambiáis el escudo del equipo de fútbol.
Mi querida y rosellonesa España.
muy bueno
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Hace 30 años, cuando el terrorismo etarra campaba a sus anchas y no se veía una bandera de España en el País Vasco, estuve con unos amigos en las fiestas de Bayonne. Allí tuve ocasión de ver toda la ciudad engalanada con banderitas de Francia y España (sólo de España y Francia). Y más aún, en el día solemne de la fiesta, dos abanderados, uno con la enseña francesa y otro con la española, fueron los encargados de hacer la ofrenda a su patrón en la iglesia principal. Todavía recuerdo el afecto que los franceses nos tenían cuando veían que éramos españoles. Muchos, incluso, chapurreaban algo en español y decían que ellos también lo eran, que sus padres procedían de Guipúzcoa o Navarra. Luego pasabas la frontera por el puente de Santiago y volvías a la cruda realidad: sólo había banderas de España en los cuarteles. No sé si aquello ha cambiado también (imagino que sí, porque este verano en San Juan de Luz he visto cómo poco a poco se extiende el nacionalismo por esas tierras), pero es un recuerdo de los que no se borran fácilmente.
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