Los datos parecen confirmar que existe una hoja de ruta pactada con el mundo abertzale.
Uno de los grandes éxitos del gobierno Aznar fue la lucha contra ETA. Aznar aplicó una estrategia de guerra total contra ETA. Aznar, con buen criterio sabía, que ETA jugaba en dos ámbitos, en el de la violencia (terrorismo y lucha callejera) y en el de la política (a través de sus brazos políticos Batasuna, Euskal Herritarrok,… y, hoy, EH Bildu). Aznar y su gobierno lucharon en los dos campos y ganaron. ETA quedó reducida a su mínima expresión y con su capacidad notablemente limitada. La violencia callejera desapareció de Vascongadas y, en el ámbito político, los representes del terrorismo desaparecieron de las instituciones. Este último logro tiene más importancia de la que parece, ya que impide el acceso a fondos públicos a los brazos políticos de ETA y supone un gran freno para su capacidad de acción e influencia social.
Cuando Rodríguez Zapatero llegó al gobierno la estrategia cambió. Bajo la excusa de que había una tregua la lucha contra ETA se relajó notablemente. Tenemos a Josu Ternera, en busca y captura, desaparecido desde hace bastante tiempo. Se permitió la vuelta del brazo político de ETA a las instituciones. Pudimos ver cómo miembros de la organización de ETA eran avisados, por miembros del ministerio del interior, de una inminente redada (¿recuerdan el Bar Faisán?). Asistimos a la liberación del sanguinario terrorista De Juana Chaos, … Ante todos estos hechos se empezó a tener la sensación de que ETA había ofrecido una tregua a cambio de algo y que el gobierno Zapatero había aceptado. Éste siempre negó la existencia de una hoja de ruta, pero los hechos parecían contradecir los dichos.
Cuando llegó Mariano Rajoy sorprendió a todos que uno de los primeros actos de su gobierno fuera que Rodríguez Zapatero se reuniera con el ministro del interior, Jorge Fernández. Posteriormente vimos como Mariano Rajoy olvidaba su promesa de ilegalizar Bildu y de esclarecer el caso Faisán. Asistimos con indignación a la liberación del terrorista Bolinaga, carcelero de Ortega Lara. Vimos como el gobierno mostraba una pasividad, inexplicable, ante la revocación en Europa de la doctrina Parot, permitiendo que muchos terroristas salieran de la cárcel sin cumplir íntegramente sus condenas. Esta semana nos desayunábamos con la noticia de que Arnaldo Otegui podrá presentarse a las próximas elecciones vascas debido a un fallo en técnico en la sentencia de inhabilitación, que impide su cumplimiento.
No negarán ustedes que son muchas coincidencias y siempre en el mismo sentido. ¿Es posible pensar que no hay hoja de ruta? ¿Creen nuestros políticos que se puede vencer a ETA sin derrotar su brazo político? ¿Hemos cambiado paz por memoria, dignidad y justicia? ¿En qué lugar deja esa hoja de ruta a las víctimas, a los vascos y, por extensión, al resto de españoles?
Mi querida y humillada España.
Categorías:Libertad, Terrorismo
A mi siempre me ha parecido el PP de Rajoy como una película de Fu Manchú
Me gustaMe gusta
Todo lo relativo a las acciones de los gobiernos de Zapatero y Rajoy me resultan enigmáticas. La actitud de Podemos es más clara, se ha alineado totalmente con los terroristas ya que como revolucionario en ciernes opta siempre por lo peor, para ellos «lo peor es lo mejor». ¡Y habrá quienes les sigan votando!
Me gustaMe gusta