¿Hasta cuándo tragarán los militantes del PP?

El show que hemos vivido en Cataluña a la hora de investir al Presidente puede quedarse corto en comparación con el que parece que vamos a contemplar para escoger al del gobierno de toda España. Si en nuestro país existiera la dignidad política, los candidatos de PP y PSOE hubieran dimitido durante la misma noche electoral, pero aquí siempre hay que intentar mantenerse en la poltrona hasta el último minuto como ha hecho el propio Artur Mas.

Y aunque es de suponer que el todavía Presidente del Gobierno va a intentar salvarse, como ha hecho su anterior homólogo catalán, convocando de nuevo las elecciones en primavera si hace falta, ya se están apuntando posibles sustitutos.

Cristina Cifuentes, Soraya Sáenz de Santamaría y Alberto Núñez Feijóo parecen ser los tres candidatos mejor posicionados en la sucesión de Rajoy. Para echarse a temblar… Dejando de lado que la actual presidenta de la Comunidad de Madrid no lleva ni un año en su cargo (a los cargos recién elegidos se les debería exigir por lo menos una legislatura completa salvo causas de fuerza mayor, y eso vale para la Cifu, Colau o Susana Díaz), estamos ante una auténtica outsider del partido. Y es que cualquiera de los tres posibles podría ser perfectamente candidato de Ciudadanos o del ala liberal del PSOE sin tener que renunciar a Channel. De hecho Núñez Feijóo era votante socialista antes de que Fraga lo fichara para la Xunta e iniciara su carrerón profesional en la política de la mano también de Aznar y ya ha hecho sus buenos méritos ante la izquierda introduciendo la ideología de género en los colegios gallegos donde los padres no tienen ni cheque escolar ni libertad de elección, -¡sólo faltaría tal concesión de un político que se dice liberal!-. Por su parte, Cifuentes ha pedido en los congresos del PP que el partido borre de su «ideario» las menciones al humanismo cristiano y nunca deja de vanagloriarse por ser republicana y agnóstica en cualquiera de las diarias entrevistas que atiende incluidas las de esa televisión hooligan del partido sostenida por los traicionados católicos con la aquiescencia de sus pastores que es 13tv. Ningún problema en que Cifuentes sea lo que quiera, pero nos preguntamos qué pinta alguien con ese perfil ideológico militando y ascendiendo hasta lo más alto en el Partido Popular, y en cualquier caso ese no es el mejor para ser su líder. En cuanto a Saénz de Santamaría se trata de una tecnócrata también alejada de los supuestos principios del partido y que para su propio beneficio en sus aspiraciones por suceder a Rajoy ha favorecido a los dos grupos mediáticos progresistas PRISA y La Sexta que estaban en quiebra haciéndolos salvar por Mediaset y Planeta en una operación que dirigió desde La Moncloa.

Si estos son los únicos o los mejores candidatos que puede dar el PP, apaga y vámonos. ¿Dónde está la gente que milita en ese partido por convicción y que no quiere renunciar a ningún punto de su ideario sino, al contario, incluir también esas referencias a las tradiciones conservadoras, liberales y democristianas que ahora mismo faltan? ¿Hasta cuándo aguantarán tanto desprecio de los propios dirigentes hacia sus convicciones y que se gobierne para aplicar las políticas progres en la educación y la cultura más rápidamente que la propia izquierda para que no se diga (y se dirá igualmente)? ¿Tan poco vale la derecha en este país que sólo puede limitarse a gestionar de manera técnica sin corazón ni cabeza la obra de la izquierda no pudiendo ni mencionar una cosmovisión del mundo propia? 

¿Dónde están los militantes? ¿Por qué toleran que su líder se parapete en el cargo y que graciosamente cuando le parezca oportuno dé un congreso con el que hacerse reelegir o a lo sumo escoger a dedo a su sucesor? ¿Cómo se puede permitir que se hurte ese derecho? Y a la vista de los acontecimientos de esta misma semana en Valencia, ¿cuánta basura ha de salir más para que el militante de base exija una limpieza total de su partido?

España, la derecha sociológica que aún mantiene y el propio Partido Popular como inmerecido contenedor de ese segmento socio-electoral merecen algo mejor que una formación que intenta parchear la corrupción y una alternativa que no es acorde con sus valores personificada en alguno de estos tres dirigentes tan ajenos a las ideas de sus bases y el grueso de sus cautivos votantes.

Las últimas elecciones han evidenciado la dificultad por no decir práctica imposibilidad de constituir una derecha fuera del PP, y cada día que pasa es más evidente que Ciudadanos es ese centro libe-progre dentro del consenso socialdemócrata en el que sigue encharcado el propio PP pero renovado y sin corrupción. En las manos de los militantes del Partido Popular está decir ¡basta ya!

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Etiquetas:Alberto Núñez Feijoó, Cristina Cifuentes, Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría