Algo huele a podrido.
Ya hay nuevo acuerdo de paz en Colombia. Según informan los medios, a falta de conocer el texto definitivo, hay aspectos que han mejorado. Parece ser que las amenazas de imposición de la ideología de género (ya nos dirán ustedes que pintaba esto en un acuerdo de paz) ya no están, parece que las amenazas de expropiaciones sobre propiedades privadas desaparecen, a los civiles y fuerzas de seguridad que lucharon contra las FARC se les reconocen las mismas garantías, en caso de investigación, que a los terroristas de las FARC (en el acuerdo anterior tenían menos), hay alguna mención a destruir las plantaciones de droga.
Sí parece que el nuevo acuerdo está sensiblemente mejorado. Sin embargo, algo huele a chamusquina. Y por lo que no nos acaba de convencer el acuerdo final, a falta de conocer el texto definitivo:
- ¿Cómo es que Santos en menos de mes y medio pacta estas condiciones y antes nos explicaba que el acuerdo anterior era un buen acuerdo? ¿Santos negoció o entregó Colombia a las FARC en el primer acuerdo?
- Si como dicen el gobierno se han acogido la gran mayoría de las peticiones de los defensores del NO. ¿Por qué Santo no se quiere pactar con ellos el texto definitivo?
- Por qué si como dice Santos este es un acuerdo sensiblemente mejor ¿Por qué Santos no quiere someter a nuevo plebiscito el acuerdo?
Hay algo que no cuadra y que nos hace, en MQE, dudar del papel de Santos en todo este proceso. Esperamos equivocarnos por el bien de nuestra patria hermana Colombia.
En cualquier caso, este segundo acuerdo confirma que Santos debe renunciar al Nobel de la Paz. Si es mes y medio ha sido capaz de mejorar sensiblemente el acuerdo, quiere decir que no negoció bien la paz, luego no merece premio.
Mi querida y pacifista España.
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