La mujer utilizada por el lobby abortista en Estados Unidos.
Quizás a muchos no diga nada ese nombre. Quizás si mencionamos la trágica sentencia Roe v Wade demos alguna pista. Jane Roe es el nombre falso bajo el que se ocultó a Norma McCorvey. La sentencia Roe v Wade fue la que legalizó el aborto en Estados Unidos. Esa sentencia que como recordaba el actual vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, supuso una traición a la constitución.
Norma fue utilizado por los activistas pro-aborto para legalizar el aborto en Estados Unidos. Se dijo que tenía un hijo fruto de una violación, cosa que era mentira, y con esa mentira entró el aborto en Estados Unidos y en el mundo occidental. El hijo de Norma nació y fue dado en adopción.
En 1995 Norma McCorvey se arrepintió de su actuación y reconoció que había mentido respecto a haber sido violada, y que había sido un «peón» de dos ambiciosas y jóvenes abogadas (Sarah Weddington y Linda Coffee) quienes buscaban una demandante que lograra cambiar la legislación que prohibía el aborto. Una vez más aparece la mentira como herramienta de los promotores de la anti-cultura de la muerte.
Hace más de veinte años, Norma se convirtió al catolicismo y dedicó su vida a promover la defensa de los no nacidos.
Intentó reparar el daño en el que había participado. Presentó vario pedidos a la justicia para que ser revirtiera la sentencia, de la que fue protagonista, alegando la falsedad del caso en el que se basó y las evidencias del daño que provoca el aborto a las mujeres. No tuvo éxito, sin embargo, continuó luchando en favor de la vida y denunciando la manipulación que hicieron las feministas de su caso.
Norma tuvo el valor de darse cuenta del mal que supone el aborto y, a pesar de su pasado, ponerse a trabajar por la vida. Es la fuerza de la conversión, que sin ocultar el pasado, no nos sepulta en él, sino que nos da esperaza, nos recrea (nos crea de nuevo) y nos da fuerzas para caminar en el sentido contrario, el de la VIDA.
Muchos todavía no han conocido esa conversión, muchos son inmunes al drama del aborto. Norma no, Norma conoció la conversión. Esperemos que muchos más tengan su valentía y con ello el aborto desaparezca del mundo. Los bebes y las mujeres lo agradecerán.
Descanse en paz.
Mi querida y anestesiada España.
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