Una nación que no cuida de los que necesitan ayuda.
Holanda es la nación que goza del dudoso privilegio de la primogenitura en la legalización de la eutanasia. Desde entonces son constantes los testimonios e informes que avisan como esa pretendida e idealizada piedad y caridad de «ayudar a morir» se convierte realmente en abuso de poder sobre el derecho más sagrado, el derecho a la vida.
Un reciente informe constata en el periodo 2010-2015 en el que se contabilizaron 7.254 suicidios asistidos, 431 fueron por “terminación de la vida sin petición”. Es decir, cerca del 6% de los casos de eutanasia se aplicaron sin petición, a lo que habría que añadir los casos, no indicados en el estudio, en los que la eutanasia se aplicó a solicitud de terceras personas relacionadas con el paciente (parientes, tutores,…) pero sin solicitud del enfermo.
Estamos como muchos predijeron en la pendiente resbaladiza. Holanda es buena muestra de ello. Sin embargo, llama la atención de la sordera o ceguera de los dirigentes occidentales. Muchas naciones en los últimos años han o están en proceso de legalizar la eutanasia. Entre nosotros PSOE, C´s y Podemos tratan de legalizarla. No parece importarles la indefensión de los más débiles, no parece preocuparles negar a las personas el derecho más propio, vivir. No cabe aducir desconocimiento, ingenuidad, los datos son públicos y conocidos. Se van repitiendo en todos las naciones donde se legaliza la eutanasia. Entonces, ¿por qué lo hacen?.
Nuestro occidente no valora la vida. Ese paradigma de derechos humanos como se autodenomina pomposamente el mundo europeo y anglosajón se han convertido en el área donde mayor desprotección sufre la vida humana. Pero lo más tremendo es que nuestros líderes políticos nos llevan a ese abismo con conocimiento de causa. ¿Alguien puede explicar por qué?
Mi querida y desprotegida España.
Categorías:Eutanasia
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