Una vez más la élite catalana traiciona a los catalanes.
Era de esperar. En MQE no nos han sorprendido las declaraciones de Joan Rosell. Conocíamos al personaje. Rosell se ha atrevido a decir que: «Hay espacios entre la sumisión total y la independencia» de Cataluña.
Unas declaraciones que sólo se pueden explicar desde la mala fe. Rosell no es un necio, no es un inculto, conoce perfectamente la situación y la historia de Cataluña. Sabe perfectamente que no hay ningún sumisión de Cataluña a España, sabe que Cataluña tiene un estatus hoy que nunca tuvo en la historia. Lo sabe todo, pero hace estas declaraciones. Eso sólo puede ser mala fe.
Mala fe porque son falsas (no hay sumisión de Cataluña) ; mala fe porque las hace en el peor momento del reto separatista (intenta dar aire a los separatistas); mala fe porque las hace aprovechando su puesto en una organización nacional que representa a empresarios de toda España (que mayoritariamente no piensan como él); mala fe porque no denuncia las ilegalidades del Gobierno de la Generalidad, ni su desgobierno y el caos al que ha llevada a Cataluña (no debe haber término medio entre la corrupción y el despilfarro y la gestión ordenada del dinero público); mala fe porque ahonda en la división de la sociedad catalana, … y Rosell sabe todo eso.
Mala fe en definitiva porque nunca, en todos sus años de presidente de Fomento Nacional del Trabajo, ha denunciado la trama de corrupción que dominaba toda la realidad económica catalana. Ha preferido dejar hacer y callar. Mala fe, porque Rosell nunca ha denunciado la sumisión a la que somete la Generalidad catalana a los empresarios que no quieren tragar con las ruedas de molino separatistas. ¿Ha denunciado Rosell, por ejemplo, las multas por no rotular en castellano?
No, no hay otra explicación más que la mala fe. Y sí, si hay una tradición, la de buena parte de la burguesía catalana que lleva un siglo traicionando a los catalanes, a Cataluña y a España buscando el beneficio de sus negocios al calor separatista y olvidando la libertad y derechos de los españoles que viven en Cataluña. Ya saben el tradicional ¡la pela es la pela¡. Y Rosell se inserta en esa tradición.
¿Tendrá la vergüenza torera de dimitir?
Mi querida y dimisionaria España.
Categorías:Cataluña, Separatismos
Reblogueó esto en El Heraldo Montañés.
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