Un narcoterrorista candidato a presidente en Colombia.
La traición a la nación colombiana emprendida por José Manuel Santos tendrá efectos de largo alcance. Junto a la injusticia que supone el acuerdo de Paz, donde se concede un indulto injustificado a los narcoterroristas, por hablar de un sólo aspecto, ahora nos encontramos con que el acuerdo de paz permite la integración en el sistema político de esos narcoterroristas que tanto dolor y sufrimiento han creado a la nación colombiana. Esto no es caridad, esto no es benevolencia, esto no es generosidad, esto es injusticia.
Este «angelito» está acusado, informa Actuall, de ser el responsable del ataque contra el municipio de Gigante (Huila), el asesinato de monseñor Isaías Duarte Cancino, el secuestro de una ex congresista en 2001, un atentado en 1998 contra una base militar de la Región Orinoquía, el asesinato de Consuelo Araújo Noguera, tráfico de drogas, 117 órdenes de captura, condenas por parte de la Justicia equivalentes a 178 años de cárcel, una “circular roja” de la Interpol y una recompensa de cinco millones de dólares del Departamento de Estado de los Estados Unidos por su captura.
Su segundo Iván Márquez, reciclado ahora en político, no le va a la zaga. Ex-comandante del Bloque Caribe y ex-miembro del Secretariado de las FARC, es cómplice de 70 asesinatos.
Estos son los narcoterroristas blanqueados por José Manuel Santos y su acuerdo de Paz. Decimos su acuerdo porque el pueblo colombiano lo rechazó en referéndum.
¿Saben lo mejor, es decir, lo peor? El nuevo partido de las FARC se financiará con dinero de todos los colombianos. Así las «gasta» Santos. Como recuerda el Evangelio, “por sus frutos los conoceréis”.
Mi querida e indignada España.
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