Para muestra un botón…
Una cosa es la acción o el hecho y otra muy distinta la intención. Esto es algo que no se suele diferenciar en el mundo de hoy. Vivimos en un mundo ideologizado, es decir, un mundo que vive al margen de la realidad. Lo propia de una persona ideologizada es que promueve soluciones teóricas, siempre las mismas, y las implanta sin fijarse en la realidad sobre la que operaran.
Un ejemplo claro de esto es cuando se habla de la organización territorial de España y las cesiones de competencias del Estado a entes autonómicos o locales. Uno puede tener en la cabeza el modelo que quiera. En MQE nos gusta la descentralización, como nos gusta la libertad creemos en la subsidiariedad – que un órgano (familia, ayuntamiento, diputación, comunidad autónoma, estado) superior no haga aquello que puede realizar el inferior -.
Pero ese principio teórico de la descentralización que ayuda a que existan las libertades concretas, las únicas reales, y a una sana organización de la comunidad política exige para su adecuada aplicación la lealtad de los órganos inferiores a los superiores. Un padre de familia dará más o menos libertad a su hijo en función de la confianza que tenga en sus criterios a la hora de actuar. Lo mismo ocurre en el ámbito de la comunidad política.
A la hora de descentralizar más o menos, es importante considerar las intenciones de los órganos inferiores. Esos nos permitirá modular la aplicación concreta del principio. En eso consiste la prudencia del gobernante.
La reciente noticia publicada por Voz Populi de que el separatismo utilizaba a los Mossos para espiar a personas e instituciones contrarias al separatismo – por ej: Javier Barraycoa, a menudo citado en estas páginas – no puede pillar a nadie por sorpresa. Era de esperar que el separatismo vasco y catalán querían unas policías propias para instrumentalizarlas en favor de su proyecto de ruptura de España. Tal y como se vio con la actuación de los Mossos en los butifarrendum.
¿Es malo que haya policías autonómicas? En teoría no. ¿Es bueno que gobiernos separatistas que buscan la ruptura con España hayan dispuesto de esas competencias sí? No. Por tanto, la pregunta que cabe hacerse es ¿por qué se concedió a lo separatistas la posibilidad de tener una policía propia? Y eso que preguntamos para la policía, vale para las competencias educativas y muchas otras.
No cabe duda de que ha faltado mucha prudencia, eso en el mejor de los casos, en nuestros gobernantes nacionales. La noticia de Voz Populi es buena muestra de ello.
¿Alguien dispuesto a rectificar?
Mi querida e ideologizada España.
Categorías:Cataluña, Nacionalismo, Separatismos
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