¿Cómo se puede ser tan hipócrita?
Una izquierda que permite que Gonzalo Boye sea uno de sus referentes mediáticos es una izquierda que ha perdido toda referencia moral.
Gonzalo Boye colaboró en 1988 en el secuestro de Revilla, encerrado 249 días en un zulo de 2×1 metros, y ETA le pagó por ello 3,5 millones de pesetas.
Boye fue condenado a 14 años por ayudar a etarras, de los que cumplió 8. Ahora Boye defiende a dos exconsejeros golpistas de Puigdemont, y va dando lecciones de derecho y libertad.
Como por ejemplo su defensa de que se sancione a quien afirme que Irene Montero está donde está por ser la pareja del líder de su partido. ¡Machismo! ¡Inadmisible! ¡Delito!, grita Boye y la jauría podemita…
Y entonces aparece su tuit em el que afirmaba que Ana Botella estaba donde estaba por ser la esposa del líder de su partido.
La hipocresía, la doble vara de medir, de esta izquierda es tan gigantesca que, si aún le quedara un poco de decencia, tendría que callar a estos tipos para siempre.
Mi querida e hipócrita España
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