Nunca dejes que la realidad te estropee una indignación políticamente correcta
Pasó hace pocos días en Estados Unidos. Los chicos de la escuela de Covington fueron acusados de racistas y no sé cuantas cosas más a raíz de un vídeo sesgado que se hizo viral.
Luego pareció el vídeo completo y se vio, claramente, que los chicos eran inocentes y que las supuestas víctimas en realidad eran quienes les habían hostigado.
Algunos rectificaron y pidieron perdón, pero otros insistieron: aunque el vídeo indique lo contrario, los chicos de Covington, blancos, católicos y, ¡horror!, con gorras de “Make America Great Again”, el eslogan de Trump debían de ser culpables. Si no hicieron nada… algo planearían. No hay nada más que ver sus caras y sus gorras.
Así se las gasta cierta izquierda. Y luego se sorprenden de que la gente reaccione defendiéndose de estos nuevos inquisidores laicos.
Mi querida y sectaria España
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