¿Existe el expolio fiscal? ¡Y tanto! Aquí lo ven en acción
El Estado tiene derecho a imponernos tasas e impuestos para financiar todas aquellas actividades e instituciones que velan y fomentan el bien común. En eso estamos de acuerdo. Pero, ¿dónde acaba la justicia de un impuesto y empieza a ser confiscatorio, un expolio, un robo abusando del poder del que dispone el Estado?
Aquí la casuística es variada y no vamos a detenernos en la discusión de los casos frontera.
Nos limitamos a constatar que en España hay, al menos, un claro ejemplo de intento confiscatorio. Es el que perpetra, según Antena 3, la Agencia Tributaria en Asturias, donde ha empezado a controlar las cuentas de las bodas de los recién casados, revisando si han tributado por los regalos recibidas y llevan al día las facturas de los proveedores.
Habrá que recordar lo que ya dijo hace unos cuantos siglos el gran Agustín de Hipona: “¿sin la justicia qué serían en verdad los reinos, si no bandas de ladrones?“.
Mi querida y expoliada España
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