Primero se dedican a la historia, luego a la historia sagrada.
Una de las consecuencias la modernidad es la corrupción de todas las instituciones. Desde que Dios fue sacado el ámbito público, de la «polis» y el hombre se erigió en medida de todo todas las instituciones políticas se han convertido con el paso del tiempo en enemigas del hombre en vez de salvaguardas. Al desaparece Dios del horizonte político la autoridad (el poder ejecutivo) se volvió despótico; el poder legislativo comenzó a legislar si criterio más allá del deseo de los hombre de cada tiempo, sin ninguna relación con el bien, la verdad o la libertad y el poder judicial dejo de hacer justicia para dedicarse al activismo ideológico.
Una muestra de este activismo es la última sentencia sobre la exhumación de Franco, donde los jueces más que hacer justicia se dedican a la historia y la soflama. Ahora nos encontramos unos jueces británicos que se utilizan sus sentencias para hacer teología.
Tribunal británico sentencia que Génesis 1:27 atenta contra la dignidad humana
En fin, cada vez más cerca del totalitarismo, eso sí, totalitarismo de guante blanco a diferencia del marxista. Así conseguimos que la gente no reaccione.
Mi querida y totalitaria España.
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