Algunos se salen de lo políticamente correcto.
Y cuando se trata de salirse de lo políticamente correcto es Trump quien se lleva la palma. La persecución de los cristianos en el mundo es algo de lo que nadie políticamente correcto habla. Trump que no lo es, sí habla. En su última intervención en la ONU recordó que son muchos los cristianos que mueren por su fe en el mundo: 11 de cada día (lo que hace casi 4.000 año).
Trump se atrevió una vez más a ponerle el cascabel al gato y mucho nos tememos que el número se queda corto. Es de agradecer que el gobernante más poderoso del mundo se acuerde de los cristianos que muere por su fe.
Mi querida y olvidadiza España.
Categorías:Libertad Religiosa
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