Un gobierno liberticida.
Tiene razón Diego Barceló Larrán en Libertad Digital, de quién tomamos el título de esta entrada, cuando analiza la subida del IVA que parece plantearse el gobierno. La cuestión de fondo en juego es la libertad de los españoles.
No cabe duda de que España, fruto de los gobiernos de Rodríguez Zapatero, Rajoy y Sánchez, tiene una cuentas públicas insostenibles. El nivel de gastos público, déficit y deuda sitúan a España en la bancarrota sino es porque el BCE se compromete a comprar toda la deuda que emitimos. Esta situación supone no sólo que el bienestar de los españoles está en serio riesgo, sino que la soberanía nacional española está en entredicho, porque como bien dijo en su momento Albert Rivera: quién paga manda.
Esta situación puede hacer creer a algunos incautos o ingenuos que la subida del IVA planteada por el gobierno busca resolver esta situación. Sin embargo, los actos del gobierno desmienten esa creencia, si el gobierno quisiera resolver la solvencia del Estado español:
- no aumentaría el techo de gasto un 53,7% en 2021 hasta la friolera de los 196.097 euros.
- plantearía recortes y ajustes de gasto en el presupuesto.
Si el gobierno quisiera recaudar más sin penalizar la actividad económica complementaria la subida del IVA con la bajada de las cotizaciones empresariales, como vienen pidiendo aquellos que quieren favorecer la competitividad del tejido empresarial español.
No, el gobierno no quiere mejorar las cuentas públicas, el gobierno lo que quiere es atacar la libertad de los españoles, de aquellos que todavía parecen poder vivir sin depender del estado y que son capaces de escapar de sus redes de adoctrinamiento.
La subida del IVA a los colegios privados y concertados sólo busca poner en dificultades a aquellos padres que no apuestan por la educación estatal (controlada ideológicamente por el estado) y con ello tratar de hundir el sector y reducirlo a la mínima expresión. De esta forma sólo habrá un educador, el Estado.
Por la vía de la sanidad se ataca la libertad de los españoles al encarecer injustificadamente un servicio esencial como es la sanidad y obligándonos a todos los españoles a pasar por el aro de la planificación pública en sanidad, lo cual puede suponer también en muchas ocasiones para médicos y pacientes tener que asumir tratamientos, procedimientos y comportamientos no acordes a su criterio ético. No queremos pensar dónde quedaría la objeción de conciencia de médicos y pacientes si no hubiera alternativas al sistema público de salud en materia de aborto, eutanasia, cuidados paliativos, ….
¿Se imaginan una nación donde educación y sanidad sólo los provee el Estado? ¿Es posible en esa nación la libertad?
No, en esta batalla del IVA no está en juego la recaudación, está en juego nuestra libertad.
Mi querida y liberticida España.
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