¡Menudos concejales! En Barcelona también tenemos nuestra cuota de gente rara
Lo explica el indispensable portal Dolça Catalunya, quien nos confirma la reflexión de Joan Tubau sobre las recientes municipales: es como si hubiesen hecho concejales a todos los raros de la clase.
En este caso, además de raro, el tipo es rancio y violento. Toda una joya:
«Se llama Josep Garganté i Closa y es el 3er concejal de los catabatasunos de la CUP en el Ayuntamiento de Barcelona. Conductor de autobuses de TMB, fue miembro del sindicato anarquista CGT y después del COS (Coordinadora Obrera i Sindical). Durante la huelga general de 2010 destrozó violentamente el objetivo de una cámara de TV3 “con un objeto contundente”, por lo que fue condenado a pagar más de €5.000.
A Garganté se le paró el reloj a primeros del siglo XX: habla de “lucha de clases”, “pasar cuentas con los esquiroles (sic)” y “revolución social” […]
El pasado viernes en la toma de posesión de Ada Colau, el skin del ayuntamiento fardó de tatuajes: la cara del Ché Guevara en el antebrazo derecho, el lema “La ràbia pot més que la desesperança” en el izquierdo y la palabra “ODIO” tatuada en las falanges de la mano izquierda. Después, en un alarde de modernidad, se levantó y cantó con el puño en alto. Más tarde se hizo una foto en el Salón de Ciento con un número de preso y la frase “llibertat Arnaldo Otegui”, condenado por etarra. No, no era la Semana Trágica de 1909 ni la Rambla en el 36: era la Barcelona del siglo XXI, la del “prusés pacífic i democràtic”
Parecía que lo habíamos dejado atrás, pero el prusés y la batasunización de Cataluña lo han resucitado: nacionalismo, comunismo, violencia, rabia y odio.»
Mi querida y batasunizada España
Categorías:Cataluña, Elecciones, política
¡Odio! ¿Porqué? Para esta gente no hay algo positivo que hacer.
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