Tiene pinta de abuelita, pero sus tics totalitarios dan miedo.
Una de las claves de los países estables es que todos asumen unas reglas del juego comunes y legítimas. Estas reglas del juego, concretadas en leyes e instituciones, no varían según el capricho de cada nuevo gobernante. De este modo, un cambio de gobierno no significa que todo lo anterior sea echado por la borda como la herencia de alguien que ilegítimamente se hubiera adueñado del poder.
Este concepto, tan sencillo pero tan crucial para la estabilidad, la seguridad jurídica y la prosperidad de un país, a la izquierda marxista le cuesta bastante entenderlo. Creen que los únicos con legimitidad para gobernar son ellos, si gobiernan sus adversarios ideológicos es que gobierna el enemigo de clase, el capitalista que debe de ser borrado de la faz de la Tierra. Reciclándose en un campo de reeducación o, si se resiste, abandonando este mundo por la vía del Gulag, pero en cualquier caso dejando el paso a los únicos con legitimidad, los únicos auténticamente democráticos por definición: las izquierdas marxistas.
La candidata a la alcaldía de Madrid, Manuela Carmena, ha vuelto a caer en ese viejo tic en este tweet:
Comentario ciertamente peligroso, Porque viene a decir que sólo ellos son demócratas, lo que en su lenguaje equivale a que sólo ellos pueden poseer legítimamente el poder. Es la misma lógica que llevó a la totalitaria y comunista Alemania del Este a llamarse República Democrática de Alemania.
Si ahora van a traer la democracia, los gobiernos del PP fueron dictadura y sus votantes cómplices. Se trata de una lógica que ya hemos visto también en España, en concreto cuando, tras la victoria de la CEDA durante los años de la Segunda República, la izquierda consideró que, a pesar de contar con el respaldo de los votos, la derecha nunca podría gobernar porque era ajena al régimen, enemiga de clase e ilegítima por definición.
También sabemos lo que ocurre cuando una parte de los españoles decide que la otra parte no tiene derecho ni legitimidad para acceder al gobierno. Lo recordamos, y la cosa acabó mal. Confiemos que los tics totalitarios de Carmena se queden en tics y nada más.
Mi querida y guerracivilista España.
miqueridaespana.wordpress.com 
Es el eterno tema de la supuesta «superioridad moral» de la izquierda.
Ellos son así: proclaman su doctrina pero no están obligados a ser consecuentes, y si tienen que retorcer la Historia para construir sus historietas… ¡se hace sin problemas!
Es increible!
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