Tras la pantomima etarra

¿Qué hacemos?

Tal y como se esperaba la supuesta entrega de armas de ETA, su acto de buena voluntad ha sido una pantomima, un acto teatral. Menudo papelón, por cierto, el del arzobispo de Bolonia a título particular.

Que ha sido una pantomima lo señalan las fuerzas de seguridad españolas y francesas: ETA mantiene todavía arsenales y ni siquiera entregó las armas que dijo, por no citar que uno de los zulos identificados era de nueva creación. También, uno de los mejores analistas, si no el mejor, del proceso separatista y de ETA, Jaime Mayor Oreja, denunciaba también el teatro del desarme.

La pregunta que nos hacemos en MQE es ¿qué hacemos ahora?. Muchos enemigos de España y olvidados de la memoria, dignidad y justicia de las víctimas del terrorismo planteaban que ante un acto de buena fe por parte de la banda terrorista (no sabemos en MQE si cabe ese binomio: terrorismo-buena fe) la sociedad española debía corresponder. Y la prebenda que ponían encima de la mesa era la política penitenciaria. En MQE nos mostramos contrarios a esa idea. Antes de cualquier gesto hacia la banda terrorista era necesario su disolución, arrepentimiento, solicitud de perdón, juicio, colaboración con la justicia y luego ya decidirá la sociedad española si debe tener algún gesto.

Claro, siguiendo la lógica de los buenistas, si a una acto de buena fe hay que corresponder. ¿Qué se debe hacer ante un acto de mala fe como el que hemos vivido? ¿Por qué los que proponían un reblandecimiento de la política penitenciaria no proponen una endurecimiento de la misma ante la mala fe constatada de la banda terrorista? ¿Por qué no aplican la misma lógica que aplicaban antes? ¿Han oído a algunos de los defensores de la entrega de armas hablar de la mala fe de ETA, de su pantomima, de la necesidad de actuar en consecuencia?.

En MQE nos llama la atención la hipocresía y parcialidad de todos estos buenistas. En MQE mantenemos nuestro criterio. Hay que mantener seguir exigiendo el cumplimiento de la ley (entre ella la penitenciaria) y hay que seguir defendiendo la memoria, dignidad y justicia de las víctimas. Sin aspavientos, sin amenazas, sin sobreactuaciones, sin estar pendientes de ETA, sólo buscando la defensa del estado de derecho, la justicia y la verdad.

Mi querida y sensata España.



Categorías:España, ETA, Terrorismo

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